agua mineral, manantiales

Agua Embotellada

El agua embotellada es eso mismo, agua procedente de una fuente, introducida en un envase para su consumo en otro lugar.

La fuente por lo general es un manantial, pozo o acuífero el cuál, en la mayoría de los casos tiene unas propiedades químicas destacadas.

El envase actualmente es en su mayoría de plástico. También se usan de vidrio.

Su destino suele ser la gran ciudad. El empleo de agua embotellada es una manera de proporcionar de un modo rápido y transportable el líquido elemento para su consumo en cualquier lugar.

Según avanzan en desarrollo las ciudades del mundo, se hace cada vez más extensible el empleo de esta manera de consumir agua.

Es un aspecto curioso porque a la par que este desarrollo se produce también lo hacen las canalizaciones de aguas así como las medidas de purificación, control y distribución de dicha agua.

Sin embargo, este hábito moderno de consumir agua embotellada se ha hecho extensible en el sector de la restauración como pueden ser hoteles y restaurantes, lugares de trabajo y medios de transporte como cruceros, aviones, estaciones y aeropuertos.

El agua como bien básico es indispensable para la vida. En este sentido, hay un mercado enorme en donde compiten distintas marcas comerciales ofreciendo aguas procedentes de distintos acuíferos, nacionales o extranjeros.

El hábito necesario de beber agua para hacer deporte hace necesario el portar una botella que podrá ser de mayor o menor tamaño según el ejercicio que desarrollemos.

Marca Comercial de Agua Embotellada

En los lugares de trabajo es muy habitual encontrar enormes bidones de agua embotellada desde donde se consume la misma por parte de todo el personal de una manera cómoda e higiénica mediante el uso de vasos individuales.

Agua del grifo y geología

Sorprende ver los contrastes que existen entre estos hábitos y aquellos que la gente tenía hace diez, veinte y treinta años.

En la actualidad el agua que sale del grifo es un agua potable de excelente calidad. No obstante, no en todas las ciudades este agua sabe igual y es de la misma calidad.

En el caso de España existe una gran diferencia entre el agua que podemos beber del grifo en una ciudad como Valencia, Madrid, Barcelona o A Coruña.

Depende sobre todo la calidad de este tipo de agua de los lugares donde se embalsa, y por consiguiente de los materiales a nivel geológico que atraviesan afluentes y ríos que llenas dichos embalses.

En este sentido, el agua de lluvia que es arrastrada por arroyos y ríos de laderas calizas, tendrá una cantidad de carbonatos muy alta de manera que al beber dicho agua, por una parte dota al organismo de dichos elementos, pero su uso continuado y sabor pesado hacen que la misma no sea muy recomendable a nivel gástrico.

Muchas veces en la mayoría de los casos, el beber este agua produce indisposiciones pasajeras por la alta mineralización, un hecho visible cuando estamos acostumbrados a un tipo de agua y viajamos a estos lugares y bebemos de la misma, de modo que podemos tardar varios días en acostumbrarnos, o bien no hacerlo nunca, provocando mientras tanto dichas indisposiciones.

El agua que se recoge en el centro de la península en poblaciones circundantes a la Sierra de Guadarrama es un agua de calidad extraordinaria.

Ello es debido a que los materiales graníticos de sus montañas y materiales arcillosos, filtran ese agua de manera que apenas transporta carbonatos, lo que le confiere una ausencia de sabor y calidad cristalina, siendo una de las aguas más sanas que hay.

En contraposición nos encontramos con el agua de las regiones cercanas a Costa Brava. En palabras de sus habitantes, esas aguas de distribución, las reconocen como malísimas y poco recomendables de beber.

En líneas generales es debido a que los grandes embalses desde donde se surten, están cargados de carbonatos y otros materiales pesados para el organismo.

Pero también hay que señalar que hay lugares concretos con un agua maravillosa debido a que es filtrada por materiales graníticos y de arenisca como en la zona de Monserrat o por materiales de origen volcánico como la región de la Garrotxa.

Marca Comercial de Agua Embotellada

El agua que podemos encontrar aquí es de excepcional calidad y de las más puras que existen. Ocurre lo mismo en las regiones cercanas a Pirineos donde el agua es de alto valor.

En líneas generales se puede decir que la peor parte se la llevan las grandes ciudades porque dependen de grandes embalses y los mismos, por la geología de la península, ocupan en su mayoría lugares de materiales calizos.

En cada provincia y localidad habrá pues un agua de canalización proveniente de estos embalses o bien de pozos locales y acuíferos y manantiales propios. El agua será de distinta calidad según su procedencia.

En este sentido han proliferado tanto los usos de agua embotellada, debido a estas diferencias en su calidad de origen. Así, el consumo de agua embotellada en Cataluña es muy superior que el que se produce en Extremadura, calculando los porcentajes equivalentes de dicho consumo en relación al número de habitantes.

Las Leyes de Mercado y Marcas Comerciales

Debido a esta demanda creciente y a la proliferación de hábitos de vida saludable, se ha incrementado el número de marcas comerciales para el embotellado y distribución de agua.

Estas marcas comerciales, que antes iban asociadas al nombre propio de un acuífero o región, ahora se han especializado en nichos concretos.

Las marcas más clásicas y conocidas son aguas Lanjarón, y Vichy Catalán. Son aguas procedentes de manantiales con el mismo nombre, uno en Granada y otro en Gerona.

Marcas comerciales ha habido siempre y se remontan al siglo pasado, en muchos casos. Estas empresas de primeros de siglo XX y anteriores, al comienzo estuvieron asociadas a uso terapéutico, aguas termales, aguas mineromedicinales, y así una lista nutrida de usos asociados a la salud.

Pero en lo referente al consumo de agua para beber, desde siempre se entendió como algo gratuito y bien básico de consumo. En este sentido nunca se planteó pagar por ello debido sobre todo a su abundancia y cercanía.

Cercanía por ser antes mayoritariamente la vida en pequeñas poblaciones donde el agua casi siempre procedente de pozos y ríos eran habituales.

Marcas Comerciales en Establecimientos de Venta al Público

Aguas del Estado y Privatización por concesión

Pero esta situación fue cambiando por el crecimiento de las ciudades. Hubo que establecer embalses de agua cada vez mayores y canalizaciones de mayor longitud.

Actualmente el «agua sigue siendo gratis», igual que entonces. Lo que se paga en la actualidad es el servicio de distribución de la misma por embalse, depuración, control higiénico y distribución hasta los hogares, las unidades de servicio, y la industria.

El agua embotellada es un servicio parecido pero de tipo comercial. Se establece como producto el agua. En este caso, Sí se paga el agua como bien debido a que responde a un proceso de explotación mediante una «concesión» .

Todo está perfectamente reglado de acuerdo a una normativa estatal en donde hay un marco legal, comercial, y sanitario al efecto de la misma.

Estrictamente se puede aducir que no se paga el agua como bien sino la distribución de la misma hasta el consumidor por extracción, regulación, embotellado, transporte, y distribución.

Se podría pensar que es sólo el servicio lo que se paga y que lo que se comercializa en realidad es la posibilidad de que el consumidor acceda a un agua de mineralización concreta.

Saldríamos de dudas muy rápido si acudiésemos al acuífero en sí a tratar de beber agua. Seguramente nos lo impedirían al ser una instalación cerrada. Podrías beber agua pero no allí y de allí, sino más bien de cualquier otro sitio.

Este lugar al ser una finca de explotación privada, tal y como marca la concesión adquirida para su explotación, impide el consumo de dicha agua fuera de sus términos.

En este sentido se puede decir que hay lugares donde el agua se ha privatizado.

Demanda del mercado, denuncia ecologista y casos curiosos

Este hecho no es visto con buenos ojos por las asociaciones y organizaciones ecologistas, en los términos que se plantea, por el hecho fundamental de la privatización de estos bienes básicos.

Dicho sea de paso, estas organizaciones tampoco ven con buenos ojos el resto de planteamientos económicos e industriales que ocurren desde el inicio de la revolución industrial.

Como alternativa proponen otros modos de vida sostenibles que a día de hoy son incompatibles con la actual regulación legal global sobre todas las actividades en el planeta y también incompatible con nuestros hábitos de vida actuales.

Y en esta misma línea de producción actual caminan las empresas comercializadoras de agua siguiendo unas reglas comerciales que son bastante parecidas a nivel global aunque con matizaciones.

Por esa razón, estas empresa, al igual que lo harían otras en otro sector, para crecer aprovechando la demanda existente, deben aumentar también su sistema productivo, en este caso embotellando mayor cantidad de botellas.

Hay marcas comerciales de algunas aguas que tienen tal demanda que los acuíferos de donde proceden no lo cubren.

En estos casos, haciendo una correcta referencia en el etiquetado sobre la procedencia de la misma, es posible usar agua de otros acuíferos bien por adquisición de nuevas concesiones o adquisición de parte de esta agua a través de otras marcas menos conocidas con excedentes de producción.

Hidratación empleando Agua Embotelladas

En este caso hay marcas de agua mineral cuya procedencia puede ser la provincia de Soria, Guadalajara, o Aragón, comercializándose bajo el sello de una misma marca comercial.

Hubo hace unos años una denuncia por parte de una asociación de consumidores en relación a una marca de aguas en donde se consiguió probar que directamente embotellaba directamente desde el agua proveniente del canal de distribución pública.

En este caso lo que sucedía es que a nivel económico era mucho más barato obtener el agua de esta manera. El agua, en este caso, era de una calidad excelente, así que tras un proceso para eliminar el cloro del agua, se embotellaba tal cual, una agua idéntica a la que alguien podría consumir del grifo.

Aquí ocurrían dos problemas. Primero a nivel comercial y fiscal debido a que ese agua realmente es como si la estuviese vendiendo la empresa de servicios de distribución pública pero sin que la misma lo supiera, lo que está prohibido en los dos sentidos.

Por una parte la empresa de distribución de aguas no puede vender el agua, solo distribuirla, y por otra parte esa empresa que usó ese agua para embotellarla, empleó sin autorización los servicios de distribución municipal destinados al ciudadano en un acto propiamente lucrativo.

En segundo lugar, a un nivel ético grave, el consumidor adquiría un producto con un etiquetado que la empresa necesariamente tuvo que falsear en relación al origen y procedencia de dicha agua.

También mencionar que existen varias denuncias a nivel local por parte de las asociaciones y organizaciones antes mencionadas sobre el hecho de que la explotación de los acuíferos crea un impacto ambiental local negativo.

En resumidas cuentas es como si se secara parte de los parajes naturales de donde se extraen estas aguas.

Si el agua se extrae casi en su totalidad, es evidente que no circula. Si no se extrajese nada de estos acuíferos y manantiales, el agua seguiría su curso incorporando su caudal a arroyos cercanos y ríos de su influencia.

Por el contrario si el agua es recogida in situ y solamente circulan de manera natural porcentajes muy bajos de agua, los cauces reducen mucho su nivel e incluso se pueden secar.

La consecuencia es que afecta al resto de cursos de agua de influencia debido a que no aporta los litros de hace varios años, por tanto afectando también a la vegetación, la cuál se reduce sobre todo en zonas de rivera al no disponer de los aportes hídricos anteriores.

Y por último tienen una influencia negativa sobre la fauna que depende de otros pequeños animales como insectos que a su vez dependen de esas plantas antes mencionadas, de manera que se reducen las poblaciones y la biodiversidad local.

No obstante, al margen de las denuncias que se pudieran haber cursado al respecto de manera local, la instalación de estas empresas así como asignación de concesiones, está sujeta a una normativa y estudio de impacto medioambiental que se debe cumplir.

Aguas Naturales

Hasta el momento, se cumple con dicha legislación. Otro asunto para debate, promovido por dichas organizaciones, sería discutir si esa legislación es suficiente para proteger el entorno, pero por el momento es la que hay.

Es posible que en parte se vean afectados dichos entornos pero cierto es que no dependen por entero de este agua sino de otros cauces de influencia, el agua de lluvia por ejemplo, y en general todo el sistema hídrico de la región, lo cuál es ajeno a estas explotaciones y más bien depende de un sistema climático natural que lo afecta.

La actividad de explotación y distribución de aguas minerales es igual de cuestionable que lo es el resto de actividades comerciales, industriales y de explotación tanto en actividades agrícolas, ganaderas y mineras.

Todas estas actividades a día de hoy tienen una regulación legal en un marco estatal y comunitario, y su propio cuestionamiento sería equivalente a cuestionar nuestro sistema y modo de vida.

autor del artículo:

Jesús Pablo Alonso García

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